Amanda quiere ser un ícono cultural santiaguino
Este centro de entretención cumple una década de existencia y tras dar sus primeros pasos en las playas de Cachagua, hoy quiere ser la gran alternativa artística del sector oriente con una apuesta renovada e integral.
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Este año el Club Amanda cumplió diez años y tiene sus metas claras: consolidarse como el ícono cultural del sector oriente y aunque parezca que no tiene competencia similar, en el centro cultural no pretenden dormirse en los laureles.
Sus dueños preparan una batería de nuevas performances para celebrar en grande y continuar su proceso de reinvención, sin perder de vista el espíritu original del proyecto: un club que nació en Cachagua como un barcito de verano muy ondero bajo el nombre de Amandita, que reunía a los amigos, y que luego se trasladó al multicine Vitacura.
Club de amigos
El público objetivo de Amanda promedia entre 30 a 35 años. Según describe Juan Carlos Velásquez, uno de los socios de Amanda, el suyo es un target muy exigente “viaja mucho, está acostumbrado a ver espectáculos de buen nivel, va a restaurantes caros, por lo que necesitamos estar a la altura de ellos en el mainstream con nuestros eventos artísticos”, explica.
En sus comienzos, la mayoría de la gente que veraneaba en Cachagua, Zapallar y Maitencillo lo frecuentaba.“Normalmente había amigos DJ que pinchaban sus discos. Teníamos amigos que traían sus instrumentos y hacíamos una tocata. Muchas anécdotas ocurrieron allí, éramos un gran grupo de amigos”, recuerda.
Luego, cuando compraron el multicine Vitacura, comenta, les cambió el switch y la cosa ya iba en serio.“Hicimos una gran inversión en las dos salas del recinto, para una discotheque de tres niveles y un teatro con graderías. A esas alturas, el proyecto de pantalones largos se llamó Centro Cultural”, subraya.
El 2016 hicieron una gran remodelación que resultó en un gran centro de eventos. Hasta ahora sus socios han invertido un total de $700 millones.
Nueva apuesta
La idea es innovar en la oferta y por eso ya están trabajando en una temporada de stand up comedy, con las mejores exponentes del Festival de Viña del Mar, como la humorista Natalia Valdebenito, quien ya se presentó en junio, mientras que para este año están preparados Juan Pablo López, Alison Mandel y Jenny Cavallo.
En esa línea, el abanico de actividades también incorpora un ciclo de DJs de música electrónica techouse, al más puro estilo de las fiestas de Ibiza, con artistas de la talla de De Walta, Elio Riso, Charlotte de White, Yaya, Alex Niggeman, además de traer nuevamente a Santiago las fiestas de la discotheque Pacha en España.
La expresión artística estará presente a través de un grupo de bailarines, integrado por ex miembros del Teatro Municipal de Santiago llamado Arte Ballet, quienes se presentarán durante abril, según adelanta Velásquez.
Las novedades también se verán reflejadas en una nueva carta de comida y la mixología (mezcla de bebidas o coctelería) y maridaje de los tragos.
La parrilla tradicional, en tanto, trae a bandas en vivo, como Nicole y Moral Distraída y dentro de los internacionales figuran Residente (de Calle 13), el compositor musical y vocalista argentino de Tan Biónica, ´Chano´, y el ciclo Chivas bossa jazz, con la cantante argentina Karen Souza, y la voz de la nueva bossa nova, Sarah Menescal.
Además, tienen contemplada una exposición mensual de pintura en el foyer o ingreso del club de la galería Salustiano Casanova.
“Para este año tenemos varios desafíos que van en la dirección de mejorar la experiencia de nuestros clientes”, recalca Velásquez.
Franquicia
Según expone el socio de Amanda, están muy cerca de consolidarse como la mejor alternativa cultural y de entretención de ese sector de Santiago, con una propuesta que siempre sorprenda. Los desafíos, sin embargo, no paran ahí.
El próximo año planean franquiciar un local en Antofagasta y otro en Concepción bajo los estándares de funcionamiento de Amanda. Por lo pronto, en septiembre, comenzarán a diseñar los manuales de las franquicias.